El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de un convenio firmado por la Fundación Sociosanitaria y la Fundación Atenea, destinará en los próximos dos años casi 870.000 euros a la atención sociosanitaria de personas con adicciones y/o patología dual de los centros penitenciarios de toda la región. Casi 1.000 reclusos podrán ser atendidos, de manera integral, gracias a este convenio.
El director general de Ordenación y Evaluación del gobierno regional de Castilla La Mancha, José Luis López, y la directora gerente de la Fundación Atenea, Paz Casillas Martínez, han firmado esta semana un convenio por el que, durante dos años, se destinarán casi 870.000 euros a los programas de atención sociosanitaria y preparación a la libertad que trabajan con casi 1.000 reclusos en los centros penitenciarios.
Gracias a este convenido se dará continuidad a la atención que el Gobierno de Castilla-La Mancha viene dispensando, desde hace diez años, a la mejora de la situación y de la calidad de vida de las personas con adicciones y/o patología dual (enfermedad mental asociada a las adicciones) en los centros penitenciarios de la región y a su preparación a la libertad y reinserción social. Estos programas funcionan de manera estable en las prisiones de Ocaña I, Ocaña II, Albacete, Alcázar de San Juan, Herrera de La Mancha y Cuenca.
El objetivo de estos programas es prevenir el consumo de drogas en el ámbito penitenciario, disminuir los riesgos y daños que sufren las personas reclusas que consumen debido a esa adicción, facilitar la rehabilitación y proporcionar apoyo social y laboral de las personas con adicciones y que sufren patología dual (enfermedad mental asociada a los consumos). De esta manera, el período de reclusión en prisión, además de significar el cumplimiento de una condena, se convierte en una oportunidad para la persona de prepararse para su reinserción plena en la sociedad.
Asimismo, se trabaja también con las familias de las personas en prisión para que favorezcan su reinserción cuando salgan en libertad y se prepara, de manera especial, dicha salida.
Dentro de estas actuaciones se contempla también la sensibilización de la sociedad hacia la realidad de las personas reclusas con adicciones y la formación de los/as técnicos/as que trabajan en estos programas.
Solo durante 2010 fueron atendidas 858 personas en los diferentes programas (metadona, libre de drogas y alcohol, entre otros).