Fundación Atenea ha elaborado y aprobado un Plan Estratégico para el periodo 2011-2015 y de inmediato surge la pregunta ¿es recomendable diseñar un Plan Estratégico en un tiempo de infinita incertidumbre? Por si fuera poco, para un periodo que se intuye va a estar sometido a intensas trasformaciones. Además, la elaboración ha sido larga y costosa, ha implicado a toda la organización, y parece un esfuerzo excesivo cuando cualquier acontecimiento externo e impredecible puede malograrlo en cualquier momento. De hecho, la mayor parte de las entidades del Tercer Sector de Acción Social (e incluso del sector empresarial) parecen haber optado por una postura más pasiva, esperando que se despeje el futuro y en particular la cuestión de la financiación. ¿Por qué lo hemos hecho entonces?¿Cuáles son las líneas fundamentales de trabajo?