La Casa de la Juventud echa el cierre el próximo 6 de noviembre después de tres años intensos de actividad bajo la gestión de Fundación Atenea.
El pasado 27 de octubre se aprovechó la presentación del último trabajo de Convivencia TV “Todos los caminos …¿llegan a casa?” para realizar una fiesta de despedida a la que acudieron numerosos chicos y chicas para los que la Casa de la Juventud ha sido una extensión de su propia casa.
“En este rato para las despedidas, que fue muy emotivo, fui consciente de la huella que puede dejar un espacio físico cuando se le llena de los ingredientes adecuados y allí estuvieron las educadoras Rebeca y Ruth con su olla de pociones, el libro de los conjuros y la escoba apoyada en el umbral de la puerta” apunta Israel Fábregas, quien ha sido coordinador de este proyecto durante más de dos años. “El resultado es que en el proceso de crecer como personas de muchas chicas y chicos de Villarejo la “Juven” ha estado presente de algún modo. Fui consciente, como lo he sido durante estos años de la aportación de la “Juven” al desarrollo personal de las participantes, que contemplan los espacios de ocio ofrecidos en la Casa como un lugar para su construcción como personas” añade.
Si algo se puede desprender del trabajo realizado hasta ahora en la casa de la juventud de Villarejo es su apuesta por tres líneas básicas de intervención con jóvenes, todas ellas desde una perspectiva de género: la educación no formal, la prevención y el arte y la cultura. Por supuesto no son áreas estancas, sino que se interrelacionan entre sí en las diferentes actividades que poblaban la agenda semanal.
Hablamos de educación no formal porque era un espacio educativo con un equipo de profesionales que introducían objetivos educativos en todas y cada una de sus interacciones y actividades con la gente joven de Villarejo.
Hablamos de arte y cultura porque esas eran las herramientas con las que se trabajaba: la pintura, el teatro, el cine, la música y la reflexión cultural eran elementos cotidianos en la programación mensual.
Y cuando hablamos de prevención no lo hacemos entendida como el conjunto de mensajes más o menos explícitos en torno a consejos y prohibiciones en cuanto a lo que han de ser las conductas juveniles. Sino en un sentido amplio y experiencial.
Los chicos y chicas que acudían asiduamente al espacio, lo hacían con la idea de que estaban acudiendo a su propio espacio. El desarrollo de las actividades era ideado por los propios jovenes, consensuando sus propias normas en pos del bienestar de la comunidad. La autogestión era su modus operandi; la responsabilidad colectiva, la reflexión en torno a temas juveniles y el respeto profundo a las diferencias y a sus valores más importantes.
Y es en ese hacerse suyo de un espacio que promueve valores de igualdad, tolerancia y solidaridad donde la prevención se hace realidad más allá de las palabras. Así, en estos años, la casa ha estado participada por jóvenes de orígenes étnicos distintos, con aspecto o imagen alejados de estereotipos comunes, incluso jóvenes con comportamientos que podrían no ser aceptados en otros contextos. “La casa ha acogido la diferencia desde la propia iniciativa de los y las jóvenes, y no solo la ha respetado, sino que la ha ensalzado y trabajado mediante sus iniciativas artísticas y colectivas” Señala Mariano Barba, coordinador del proyecto. “¿Quién sabe por qué espacios habrían transitado muchos de esos jóvenes que tenían la necesidad de encontrarse en la Casa? Quizás no habrían tenido la posibilidad de aprender teatro, realizar un cortometraje o reflexionar en torno a los cánones de belleza, la desigualdad de género o la diversidad religiosa. Eso es prevención” añade.
La Juventud tiene mucho que decir y aportar. Es este un principio irrenunciable para los proyectos de Fundación Atenea. El impulso de la participación social entre los y las jóvenes del municipio, a través de su implicación en las diferentes expresiones culturales impulsadas desde el Ayuntamiento de Villarejo de Salvanés ha supuesto uno de las principales tareas en las que se han involucrado tanto las educadoras como las chicas y chicos: personas inquietas e implicadas con mundo que les rodea.
Mucha de la actividad de la casa ha sido responsabilidad de los chicos y chicas que la han “habitado”; se ha promovido la autogestión de su ocio poniendo a su disposición la casa como un recurso más, como el contexto en el que desarrollar sus propuestas. Han sido innumerables las actividades ideadas y dinamizadas por parte de las propias chicas y chicos durante estos tres años: personas que saben lo que quieren, y que son capaces de cambiar su mundo y el mundo.
“Creo que podemos decir se ha hecho un buen trabajo, un trabajo de equipo, capitaneado por las educadoras Ruth y Rebeca y en el que han participado todas y cada una de las personas que han pisado en algún momento la Casa”, señala Fabregas, “desde la puerta, una vez bajada la persiana metálica de la “Juven” sólo nos resta recordar que “El futuro es de los y las jóvenes”: personas que aprenden a vivir viviendo” añade.
Aquí las palabras que a modo de despedida Ruth dedicó a los y las jóvenes de la Casa de la Juventud de Villarejo de Salvanés con los que tantas horas ha compartido a lo largo de todo este tiempo.
Lo que los números no dicen y lo que no se puede ver por las ventanas.
Hay cosas que no son cuantitativas, y esas son la mayoría que he vivido aquí.
Lo que los números no dicen y lo que no sé puede ver por las ventanas.
Lo empoderada que han ido las chicas de vuestro pueblo hablar a la universidad, sobre lo que hacían en la Casa de la Juventud, o algún tema en concreto (drogas, redes sociales…)
Lo que los números no dicen y lo que no sé puede ver por las ventanas.
Lo que curráis en cada fiesta que organizáis vosotros o vosotras (presentación de ideas, actividades a desarrollar, compra de material….)
Lo que los números no dicen y lo que no sé puede ver por las ventanas.
La necesidad que tenéis de contar vuestros problemas, y que os acompañemos en vuestra búsqueda de arreglarlo.
Lo que los números no dicen y lo que no sé puede ver por las ventanas.
Que ahora mismo la cantera de la juven es quien está presente en cada actividad que se requiere ayuda (Halloween, semana de la ciencia, día cultural de la ciencia, taller Agromadrid…). Porque os apetece, y porque de alguna manera es lo que habéis aprendido día tras día aquí, con actividades como “Hoy la merienda la haces tú”, pintar fachadas de vuestro pueblo, hacer teatro para vuestro pueblo….. Y ese aprendizaje no sé puede contar con números, ni se ve por las ventanas.