Desde el pasado mes de septiembre, tres personas que vivían en las calles de Madrid cuentan con una casa, un espacio propio donde la reinserción se plantea como posible. En el proyecto, la Fundación Atenea, gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid, se hace cargo del pago de los alquileres de las dos casas donde los sin hogar están alojados. Además, la ONG también se ocupa de apoyar a los participantes de este programa con el fin de su integración en la sociedad.
La idea parte de que cuando se ofrece un hogar, el habitante de calle empieza a dejar de ser vulnerable como refleja el video realizado por Fundación Atenea «Un hogar para salir de la Exclusión», se empodera y poco a poco va haciéndose más independiente. “Pero además, de esas claras mejoras para el individuo, se está demostrando que esta solución es más económica y eficaz que los albergues o soluciones en “escalera” en las que el beneficiario debe ir superando fases poco a poco. Quienes participan en estas iniciativas están más sanos, ganan en autoestima, dignidad y salen del círculo de las dependencias y la exclusión social”, explican Israel Fábregas y María López Tobar, profesionales de la Fundación Atenea y en contacto directo con los beneficiarios de este iniciativa.
En este caso, Fundación Atenea se hace cargo del alquiler de dos viviendas totalmente amuebladas en el centro de Madrid a un precio reducido. En las casas, de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), viven tres personas de una forma totalmente autónoma con el asesoramiento de sus técnicos. El objetivo es claro, explican desde Atenea: apoyar y favorecer el proceso de integración de una forma totalmente personalizada con medidas de alojamiento y medidas sociales a través de un modelo específico destinado a personas en situación de grave exclusión social.
El proyecto surge de la necesidad detectada por el Ayuntamiento de alojar en vivienda normalizada a personas que pernoctan en la zona centro de la ciudad. “Entendemos el alojamiento como una oportunidad para la persona, un lugar que garantiza las condiciones de seguridad, intimidad y estabilidad necesarias desde las que las personas puedan abordar procesos de cambio. La inestabilidad residencial es clave en la exclusión, ya que reduce e impide los sentimientos de permanencia conduciendo a una inestabilidad permanente que bloquea los procesos de integración”, aseveran Fábregas y López Tobar, en contacto directo con las tres personas que han dejado de vivir entre cartones y empiezan desde ya a cambiar sus vidas.
Samur Social, dispositivo del ayuntamiento de Madrid para la atención a personas sin hogar, hace la selección de las personas que viven en la calle. En total, junto con Atenea, otras cuatro ONG gestionan y se hacen cargo de un total de 20 viviendas. A partir del ingreso de los habitantes de calle en las casas, se pone en marcha el servicio de apoyo a la integración.
Está contemplado que las personas aporten un 20% de sus ingresos como apoyo al programa, un total que varía según las necesidades de cada beneficiario y que contempla que si no hay ingresos, no aportan nada.
El proyecto cuenta con financiación de las obras sociales de La Caixa e Ibercaja para este año y es un recurso temporal, por lo que se trabaja con las personas la salida de esa situación de vulnerabilidad sin un plazo determinado.
Tal y como afirma Domingo Comas, presidente de la Fundación Atenea, en la solución a la compleja situación de las personas que viven en la calle, lo primero es proporcionar un techo donde vivir, una base para el empoderamiento e inserción social de los alojados. Para el directivo, es importante también entender que “las personas sin techo no forman un colectivo, sino que, especialmente en este caso, son personas que han sufrido diversos (y distintos) procesos de exclusión social y que por tanto requieren ser tratados de forma individual según los problemas que manifiestan, sea dependencia a drogas, violencia de género o desarraigo laboral. Sobre esta última cuestión parece que hay un cierto consenso “conceptual” pero, especialmente desde los Servicios Sociales, escasa sensibilidad sobre como hacerlo”. Si quieres más información haz clic aquí.