El día que la poeta madrileña Gloria Fuertes hubiera cumplido 100 años fue la excusa que utilizó la Fundación Atenea para celebrar el Día del Libro e incidir en el mundo que abre la literatura.
Una tarde en familia para descubrir y recitar a la mujer que decía ser gata neta y de nata, que comía en una lata, nunca cazó una rata y fomentar el amor a los libros fue la actividad que desarrolló el equipo de Casa de la Juventud de Villarejo de Savanés, de la Fundación Atenea, con motivo del Día del Libro. Así, los lectores (vecinos del pueblo) que participaron, de entre 6 y 60 años, pudieron ir aprendiendo de Gloria Fuertes, una poeta injustamente encasillada para niños y niñas que escribía para ellos, sí, pero también para mayores.
Además de sus libros, se proyectaron fotos de la escritora de Lavapiés y entrevistas. Para que no perdiera el carácter lúdico, Ruth Sánchez y Rebeca Figueras, de la Fundación Atenea y responsables de la iniciativa, buscaron sus adivinanzas y textos emblemáticos de una mujer bandera y valiente que no se doblegó a nada. Ni en forma ni en fondo.
El homenaje vio así sus escritos contra la guerra, la injusticia y defensa de las palabras y la literatura. Precisamente este último propósito, fomentar el amor a los mundos que abre la literatura, era uno de los objetivos de la Fundación con esta actividad que sin duda recoge el sentir de Gloria Fuertes. Un espíritu que se ve a la perfección en una de las respuestas que dio la escritora cuando le preguntaron para qué servía la poesía: “Para que veas, hijo, para que veas”, respondió. Y para cerrar, y aprovechando la capacidad de Fuertes de poner el dedo en la llaga para hacer luz, uno de sus poemas:
El astronauta
El astronauta desde la luna dijo:
-Todo va OK
lo que apenas se puede aguantar
es este silencio