La Fundación Atenea acaba de publicar, con la subvención de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, el estudio “Buenas prácticas para la reinserción sociolaboral de la población de mujeres ex consumidoras”.
Los objetivos de esta guía son establecer buenas prácticas en los procesos de reinserción laboral de la población de mujeres ex drogodependientes, potenciar la reinserción laboral de las mujeres ex drogodependientes, conocer la situación actual del mercado laboral en cuanto a oferta y demanda de empleos, especialmente en lo referido a la población de mujeres, explotar la reinserción laboral como método apropiado para evitar la brecha de género entre hombres y mujeres, promover la reinserción laboral como herramienta fundamental para la inserción social del colectivo ex drogodependiente y en concreto de las mujeres, así como el mantenimiento de ese empleo conseguido, conocer técnicas de búsqueda y mantenimiento del empleo y dar a conocer los procesos exitosos de reinserción laboral de mujeres ex drogodependientes, porque supone una herramienta de empoderamiento de las propias mujeres protagonistas de dichos procesos, y promover empleos de calidad para este colectivo.
Entre las conclusiones que arroja el mismo, podemos colegir que de él se extrae que las mujeres no acuden con frecuencia a los recursos de empleo que existen ni permanecen en ellos, cuando acuden, porque los desconocen, por una parte, y porque sienten que su adicción estigmatiza en general a las personas drogodependientes y estigmatiza doblemente a las mujeres con adicciones, por ser mujeres y ser adictas. Acudir a los recursos, por tanto, sería asumir o visibilizar la adicción y, por ende, sufrir esa estigmatización. Asimismo, las mujeres adictas estiman que tiene otras problemáticas más urgentes que resolver (necesidades básicas) y que estos espacios no son los adecuados. Y, finalmente, existe también un elemento fundamental: la problemática de género, la falta de enfoque de género en estos recursos. En conclusión, por tanto, no se ofrece a las mujeres una atención específica por el hecho de ser mujeres y ello conlleva desde problemas de género más visibles (violencia, etcétera) hasta aquellos más sutiles (lejanía, problemas para compatibilizar horarios del recurso con cuidados de hijos/as,etcétera). Frente a ello, se sugiere más información, con mejor transmisión y distribución de la misma, mayor sensibilización hacia la problemática en la generalidad de los recursos de atención a drogodependencias y de atención social y sanitaria y la mayor sensibilización de los usuarios (refuerzos en la autoestima). Ante ello, se plantea un mayor conocimiento de otras redes de recursos, la adecuación de los existentes y la creación de otros específicos así como la formación a los equipos profesionales en perspectiva de género y la sensibilización de las usuarias en cuestiones de género. Y, sobre todo, la formación en perspectiva de género de los/as técnicos/as para ofrecer la atención adecuada.
Este estudio está dirigido a las/os profesionales de la red de atención a las personas drogodependientes, a los/as profesionales de otras redes de atención a personas en situación de vulnerabilidad social y a los/as profesionales de los recursos de apoyo social, a las instituciones y entidades públicas y privadas gestoras de estos recursos.