Hoy 30 de marzo se celebra el día internacional de las empleadas del hogar y desde Fundación Atenea queremos dar apoyo a las reivindicaciones de estas trabajadoras, ante la falta de concreción en las medidas específicas para este colectivo a nivel sanitario y a nivel social ante la situación del estado de alarma. El empleo de hogar es una fuente que proporciona trabajo remunerado a mujeres en todo el mundo; y que, fundamentalmente en nuestro país lo están realizando mujeres migrantes. Además, es un sector central en el ámbito de los cuidados con un alto índice de irregularidad y de falta de derechos laborales efectivos.
El trabajo de cuidados sostiene a la sociedad y hace que ésta pueda funcionar.Desde Fundación Atenea, entendemos que es necesario un reconocimiento y apoyo a este grupo ante las enormes dificultades que está encontrando para su protección laboral. Y por ello, queremos mostrar nuestro apoyo a sus reivindicaciones en este día mundial de las empleadas de hogar.
Las trabajadoras del hogar llevan tiempo reivindicando que España ratifique el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, en el que se reclama la inclusión de estas trabajadoras en el régimen general, para poder ser reconocidas como trabajadoras por cuenta ajena y que así se les reconozcan todos los derechos laborales, de los que hoy en día aún no disfrutan.
Frecuentemente en el ámbito del empleo de hogar, nos encontramos ante situaciones de irregularidad, la más común es que el empleador no formalice un contrato de trabajo, ni dé de alta en la Seguridad Social a la trabajadora; que la retribución sea por debajo de lo legalmente establecido o no permita los descansos obligatorios, además carecen de medidas de seguridad, higiene, y conocimientos sobre prevención de riesgos laborales.El anuncio realizado por el Ministerio de Trabajo, junto con el Ministerio de Igualdad, consistente en la aprobación de un subsidio extraordinario para las trabajadoras de hogar, no tiene en cuenta que este sector se caracteriza por ser uno de los sectores laborales menos regularizados y muchas de las empleadas de hogar trabajan sin contrato y sin estar dadas de alta en la seguridad social, por lo que se convierten así, en uno de los colectivos más sacudidos por la emergencia del coronavirus.
Además, a partir de hoy entran en la consideración de actividades esenciales, por lo que a pesar de que deben seguir acudiendo a sus trabajos, no se las está teniendo en cuenta como grupo especialmente expuesto al contagio y no están recibiendo apoyo para poder cumplir con las medidas de seguridad sanitarias acordadas.
