Nuestra Metodología
Triángulo metodológico: investigación, formación e intervención
La metodologia de la Fundación Atenea se basa en una imagen piramidal formada por 3 vértices que corresponden a intervención, formación e investigación; los cuales conforman la seña de identidad de la Fundación.
La investigación parte de un estudio continuo de la sociedad para abordar las necesidades de distintos grupos. Acto seguido, a partir de la elaboración de estudios sociales se difunden para dar conocimiento e informar a los profesionales del sector sobre distintas problemáticas sociales. Por último, la fundación de la mano de su equipo de técnicos y técnicas intervienen en el terreno para dar soluciones y ayuda a las personas en riesgo de exclusión.
¿Qué entendemos por exclusión social?
La exclusión social es un proceso y no una situación estable inamovible.
Esto significa, por un lado, que afecta de forma cambiante a las personas y los grupos y que no es exclusiva de un colectivo. De hecho, cada vez afecta a más personas y más diversas. “En este sentido, podemos hablar de exclusión social no sólo como un fenómeno estructural o arraigado en la estructura económica y social, sino también como un fenómeno dinámico y en constante expansión” [Subirats y otros/as, 2004]. Por otro lado, significa que es algo resoluble, que es susceptible de ser resuelta desde parámetros y estrategias sociales.
Entender la exclusión social como un proceso nos lleva a asumir que es un continuo en el que puede haber diversos puntos intermedios. “La integración social es una variable que puede adoptar un número ilimitado de valores intermedios. En este sentido, debemos huir de la idea de que la integración es dicotómica (que se tiene o no se tiene)” [Ramírez de Arellano, 2012].
Desde nuestra perspectiva, cada persona se encuentra en algún punto de este continuo y “nuestra integración siempre es el resultado de un balance, de un equilibrio en continua evolución entre nosotros y nosotras y el medio en el que vivimos” [ibíd.].
Realizamos, de esta forma, un salto cualitativo con relación al concepto de pobreza y sus efectos, pues contemplamos la existencia de nuevos desequilibrios y desigualdades sociales que van más allá de la falta de ingresos económicos. Así, la falta de salud, el deterioro de las relaciones sociales o el desempleo, se reconocen como elementos claves que dificultan el ejercicio de la ciudadanía. El concepto de exclusión social, en este sentido, subraya la existencia y consolidación de nuevas formas de segregación social.
Centrados en nueve ámbitos de intervención y sus múltiples factores de inclusión
Ámbito económico
Es difícil imaginar en nuestras sociedades occidentales una vida satisfactoria y autónoma sin ingresos económicos. Actuamos sobre los factores de exclusión social que afectan a personas de determinados entornos locales.
Ámbito laboral
El ámbito laboral está estrechamente vinculado al económico. Fundación Atenea persigue eliminar barreras a la inclusión social como el desempleo de personas que carecen de una fuente básica de ingresos.
Las mujeres sufrimos discriminación estadística en el mundo laboral porque tenemos la etiqueta de menos disponibles, la no existencia de permisos de paternidad individualizados e intransferibles, la no corresponsabilidad de los varones en los trabajos de cuidado y sobre todo los prejuicios de nuestra sociedad nos confieren una posición de desventaja. Determinadas políticas consiguen en muchos casos alejar a la mujer del mercado laboral y que finalmente lo abandone; excedencias diseñadas para que las mujeres se dediquen en exclusiva a la crianza de hijos/as y cuidado de personas dependientes producen deterioro en las condiciones de trabajo a corto plazo y a largo plazo prestaciones insuficientes. Todo ello acompañado por un sistema fiscal que en el caso de las rentas del trabajo de las personas físicas sigue apostando por beneficiar a un modelo de familia en el que las mujeres se dedican a las labores de cuidado.