Con este número comienza la aventura de un grupo de mujeres unidas en el deseo de contar. Las palabras y las imágenes explican la vida en sus múltiples variantes. A nosotras nos interesa resaltar las posibilidades del ser, sean cuales sean las circunstancias que explican nuestras “superviviencias”…
Así comienza Las Guerreras de Atenea, una publicación escrita y pensada por las mujeres reclusas que forman parte de nuestro programa Ariadna de deshabituación de drogas en el Centro Penitenciario Madrid I. Un lugar de encuentro entre historias de vida e ilustraciones que muestran la esencia de las vivencias de Denis, Fany, Yibi o Cris, entre otras.
Agradecimientos especiales a la colaboración de las ilustradoras Chels Chelas, Maligneando, Lala Riot, Clara Nietow, Irene Ocaña, Sofi Salander, Elevi_sa, Akima, Mierdassarri, Grillante, Ester Sagrá y Didi Leona que lo han hecho posible.
La expresión y escritura como herramienta de crecimiento personal, también como altavoz de sus vidas invisibilizadas por el protagonismo de la conducta delictiva y la mirada punitiva. La publicación emerge como un lugar donde se cuentan historias que nos importan, donde las protagonistas buscan sensibilizar a otras mujeres sobre los errores que ellas mismas cometieron.
Es una publicación de superación, de mujeres que se ponen en cura –recordando al poeta Luis Rosales. Nos pone delante de una contradicción interesante de abordar: justamente en reclusión y alejadas de los entornos y violencias vividas comienzan a manejar y tomar decisiones de forma adulta, autónoma y desde el respeto a ellas mismas.
Busca la manera de conectar a las mujeres de dentro y de fuera desde un lenguaje experiencial que podemos entender todas. Es aquel que descubre las dificultades para el «buen vivir» que todavía soportan las mujeres y que reclama seguir avanzando en la igualdad y en el respeto entre las personas. La conexión con las mujeres de la calle viene representada por un puñado de ilustradoras que de forma altruista han realizado dibujos para cada relato y sección del fanzine. A cada ilustradora se le envió el material en bruto (de su puño y letra) de cada interna y sobre eso se pudieron a trabajar. El resultado es maravilloso.