Celebramos el Día Nacional del Tercer Sector

Hoy celebramos el Día Nacional del Tercer Sector, una llamada a la acción colectiva, una jornada para reivindicar el trabajo del Tercer Sector, de sus entidades y de las personas que las conforman. «Porque no importa lo que te mueva, lo importante es que no pares» es el eslogan del video que hemos difundido desde Fundación Atenea. 

LPlataforma del Tercer Sector ha promovido un manifiesto, al que nos sumamos, para reivindicar nuestro papel como actores fundamentales en la consecución de un verdadero estado social y democrático donde los derechos humanos y sociales estén garantizados. Por ello, este 9 de octubre, reclamamos: 

MÁS Y MEJORES DERECHOS

Los derechos sociales deben formularse como derechos fundamentales con el objetivo de que se defienda, protejan y promocionen, con el objetivo de lograr un verdadero estado social. Queremos avanzar en el fomento de los derechos sociales y en el desarrollo de normativas y cambios legislativos que aseguren su garantía. Alcanzar el máximo reconocimiento y protección de los derechos sociales, es decir que los derechos sociales queden configurados con el carácter de derechos fundamentales, como derechos subjetivos, suficientes, vinculantes y exigibles, con mecanismos plenos de protección y tutela, incluida la judicial.

MÁS Y MEJOR DIÁLOGO CIVIL

Queremos fomentar el diálogo civil para alcanzar un diálogo real, permanente y efectivo entre el Tercer Sector y las administraciones públicas. Aspiramos a mantener una relación fluida, coordinada y global con el conjunto del Gobierno y las administraciones públicas, a todos los niveles. El Tercer Sector necesita y plantea instrumentos de gobernanza dirigidos a poder influir y participar en el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas para mejorar la situación y los derechos de las personas más vulnerables. 

CAMBIAR EL MODELO DE FINANCIACIÓN Y MEJORAR LA SOSTENIBILIDAD DEL TERCER SECTOR

La situación económica y financiera del Tercer Sector es muy compleja e inestable. En este contexto, debemos apostar por un cambio de modelo y trabajar por un modelo de financiación estable, sostenible y garantista. Reimpulsar el modelo conforme a la realidad de las entidades sociales del sector y el papel colaborador que prestan al Estado. El sistema de subvenciones requiere de una evaluación y transformación sustancial, impulsando más la concertación social y la contratación socialmente responsable. Debemos buscar nuevas fórmulas de financiación orientadas a resultados. Ello requiere trabajar con enfoques basados en la evidencia y mejorar los sistemas de indicadores, así como la evaluación de los programas y servicios.

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